Por mi edad, los
primeros relatos que ilustraron mi imaginación, fueron obras de Julio
Verne, Robert Louis Stevenson, H. G.
Wells y otros muchos autores de talante y talla parecida que eran los iconos
mundiales para la juventud. Indudablemente en la actualidad son otros los que
se disputan esta hegemonía, aunque creo que nadie debería saltar esa edad sin
saborear a estos autores.
Si esta fascinación
por leer fue prolifera, el escribir también, aunque al principio no era muy
proclive a concluir lo que comenzaba.
Con la edad quizá
pierdes mas el miedo al fracaso o a que no te importe que no se valore lo que
hagas y, quizá también, con ello que me decidiera a relatar una historia que
fuera pareja a una idea: los orígenes de la humanidad.
“Cuando las estrellas nos llamen” es una
narración de aventuras recreadas en el espacio que surge desde la idea de que
la vida en La Tierra ,
y puede que otros puntos, fuese implantada o reproducida por otros como
nosotros. Un singular hecho de propagación de la especie.